El 2025 marca un hito para la hotelería peruana: por primera vez, la prestigiosa Guía MICHELIN ha otorgado sus nuevas Llaves MICHELIN a hoteles en América del Sur, y catorce establecimientos en Perú han sido reconocidos por ofrecer experiencias de hospitalidad excepcionales.
Las Llaves MICHELIN funcionan para los hoteles de forma similar a lo que las famosas Estrellas representan para los restaurantes: distinguen a aquellos alojamientos que destacan por su carácter, servicio, diseño, autenticidad y conexión con el entorno local, con una, dos o tres llaves según el nivel de excelencia.
En esta primera selección global de Llaves MICHELIN, Perú se posiciona como uno de los referentes de la región, con propiedades que combinan lujo, identidad local y sostenibilidad desde Lima hasta el Lago Titicaca.
Enclavado en el impresionante Valle del Colca, Las Casitas es el único hotel peruano que alcanza la máxima distinción de tres Llaves MICHELIN.
Se trata de un refugio de solo 20 casitas privadas rodeadas de jardines, montañas y cielo andino, donde la experiencia se centra en el silencio, el bienestar y el contacto cercano con la naturaleza. La propuesta combina gastronomía de producto local, spa, cabalgatas, caminatas y la posibilidad de disfrutar del cañón del Colca desde un ambiente de lujo íntimo y cálido.
Cuatro hoteles en Perú han sido distinguidos con dos Llaves MICHELIN, reconocimiento reservado a establecimientos considerados “extraordinarios, que merecen un desvío”.
Ubicado en una península privada a orillas del Lago Titicaca, Titilaka ofrece solo 18 suites con vistas panorámicas al lago sagrado de los Andes. El diseño contemporáneo dialoga con textiles y artesanía local, mientras que las experiencias incluyen navegación, visitas a comunidades, observación del cielo estrellado y gastronomía basada en ingredientes altoandinos.
En pleno centro histórico de Arequipa, Cirqa reinterpreta una antigua casona colonial de sillar, manteniendo muros centenarios y patios de piedra, pero con un interiorismo moderno y minimalista. El resultado es un refugio urbano sofisticado, con pocas habitaciones, atención personalizada y una cocina que rinde homenaje a la tradición arequipeña.
Una casona del siglo XVI convertida en hotel boutique de solo 11 suites, ubicada en la plaza de las Nazarenas. Inkaterra La Casona combina historia, arte colonial, chimeneas en las habitaciones y servicio altamente personalizado, creando una experiencia íntima en el corazón de Cusco.
Rodeada de montañas y campos de cultivo, esta hacienda contemporánea en el Valle Sagrado destaca por su arquitectura inspirada en las casonas coloniales, amplias habitaciones con vistas abiertas al valle y un fuerte enfoque en sostenibilidad y revalorización de productos andinos.
La categoría de una Llave MICHELIN reconoce hoteles “muy especiales, que aportan carácter y confort notables”. Catorce hoteles peruanos integran esta lista; de ellos, diez se encuentran en Lima, Cusco, Valle Sagrado y Machu Picchu, conformando un mapa perfecto para un viaje de lujo por el país.
Lima: diseño, arte y servicio personalizado
Una casona republicana transformada en hotel de arte, ubicada en el bohemio barrio de Barranco. Su colección de obras contemporáneas, el bar clásico limeño y la cercanía a galerías y restaurantes lo convierten en un punto de encuentro entre cultura y sofisticación.
Concebido como una “casa fuera de casa”, Atemporal es un hotelito de pocas habitaciones en una residencia de los años 40. Su propuesta se basa en la hospitalidad cercana, los espacios comunes acogedores y servicios pensados para el viajero urbano: bicicletas, concierge personalizado y ambiente relajado.
Icono del lujo limeño, Miraflores Park se alza frente al acantilado con vistas directas al océano Pacífico. Suites amplias, piscina en la azotea, spa y una gastronomía que resalta la cocina peruana contemporánea completan la experiencia en uno de los barrios más exclusivos de la capital.
Cusco: historia viva en antiguos monasterios y palacios
Antiguo seminario del siglo XVI, el Monasterio conserva sus claustros de piedra, patios interiores y capilla barroca. Hoy es uno de los hoteles más emblemáticos de Cusco, donde los muros cargados de historia conviven con comodidad moderna y una propuesta gastronómica de alto nivel.
Situado en la misma plaza de las Nazarenas, este antiguo palacio colonial ofrece suites con piscina privada, spa orientado al bienestar andino y un servicio altamente personalizado. Es una de las direcciones más exclusivas de la ciudad imperial.
Valle Sagrado de los Incas: naturaleza, cultura y relajación
Explora combina diseño contemporáneo, exploraciones guiadas y una ubicación estratégica en el Valle Sagrado. Su concepto “todo incluido” está centrado en la experiencia: caminatas, visitas arqueológicas, rutas culturales y gastronomía basada en productos locales.
Este hotel se ubica a orillas del río Vilcanota, rodeado de jardines y alpacas. Sus villas y habitaciones invitan al descanso, con terrazas privadas y un ambiente de hacienda de lujo en plena naturaleza andina.
Con su propia estación de tren hacia Machu Picchu, Tambo del Inka se ha convertido en uno de los resorts más completos del Valle Sagrado. Ofrece spa de clase mundial, arquitectura inspirada en la cosmovisión andina y una cocina que revaloriza los insumos del valle.
Machu Picchu: un refugio en el bosque nuboso
Ubicado en un bosque nuboso privado, a pocos minutos del santuario histórico, este hotel se distingue por su enfoque en conservación y biodiversidad: más de 370 especies de orquídeas registradas, senderos naturales, programas de observación de aves y una arquitectura que se integra al paisaje.
Un reconocimiento que impulsa a Perú como destino de hospitalidad de clase mundial
La llegada de las Llaves MICHELIN a Perú no solo celebra el trabajo de estos catorce hoteles, sino que refuerza la imagen del país como destino de hospitalidad de primer nivel, en sintonía con otros galardones internacionales que ha recibido recientemente por su gastronomía, cultura y atractivos turísticos.
Para el viajero, estas distinciones son una guía clara: detrás de cada llave hay una experiencia cuidada al detalle, un fuerte sentido de lugar y la posibilidad de conectar con la esencia del destino, ya sea a orillas del Pacífico, en un valle andino o frente al lago navegable más alto del mundo.
En un solo viaje por Perú, es posible trazar una ruta que una varios de estos hoteles, combinando Lima, Arequipa, Valle del Colca, Cusco, Valle Sagrado, Machu Picchu y el Lago Titicaca, y descubrir por qué el país se ha ganado un lugar destacado en el mapa de la hotelería de lujo contemporánea.
Nuestro equipo se pondrá en contacto con usted lo antes posible.
